Enrique de la Madrid, ¿con la credibilidad y el prestigio para revivir al PRI?

La jornada electoral del pasado domingo 1° de julio dejó un saldo crítico para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya que, con los resultados oficiales de los cómputos distritales, únicamente ganó un distrito uninominal de los 300 en disputa. Asimismo, en la contienda por la presidencia de la República, su abanderado José Antonio Meade Kuribreña solo alcanzó el 16 por ciento de las preferencias electorales, lo que le valió colocarse en el tercer lugar de la elección, por detrás del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido «de todo el mundo»¹, MORENA.

El PRI, sin lugar a dudas, terminó muy debilitado en el H. Congreso de la Unión, las entidades federativas y, probablemente, al interior del instituto político. En esa tesitura, ¿quién será la pieza clave para reajustar la maquinaria priísta?

Meade y Ochoa Reza nunca pertenecieron al partido

Con esto en mente, el ex candidato presidencial en el año 2000, Francisco Labastida Ochoa, explicó en entrevista en exclusiva con El Universal, que lo que ocurrió con el Revolucionario Institucional fue un pecado de soberbia e inexperiencia que llevaron al PRI a ese escandaloso tercer lugar de la contienda.

En este orden de ideas, el sinaloense cuestionó el candado que se inhabilitó al interior del partido para la adopción de «candidatos ciudadanos», una fórmula que además de representar un punto y aparte en la toma de decisiones dentro del PRI mostró su falta de éxito este 2018.

Yo creo que la principal causa es que vino un deterioro en la imagen del partido, muy fuerte, derivado principalmente de los actos de corrupción de los gobernadores y también de los rumores relacionados con funcionarios públicos federales. Contribuyó a ello la imagen del presidente de la República, que bajó de más del 50% al 16% que tiene ahorita.

 

El segundo grupo de factores, me parece que está relacionado con lo que Emilio Gamboa llamó ‘darse un balazo en el pie’. Es decir, cambiar los estatutos para que entrara un candidato que no se asimiló fácilmente al partido.

 

Creo que el tercer grupo de factores, me parece que se debió a una mala dirigencia del partido y en la coordinación de la campaña misma. Creo que este elemento determinó que se siguiera una estrategia equivocada. Para mi fue una estrategia equivocada el pleito del PRI y el PAN.

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Narro y De la Madrid, lo pudieron hacer mejor

Sobre la pregunta relacionada con lo que hubiera pasado de haber implementado una estrategia diferente, el sinaloense  reconoció que el abogado Enrique de la Madrid Cordero y el ex-rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles hubieran tenido mejores resultados que los que alcanzó Meade Kuribreña.

Con un candidato priísta, muy probablemente, le hubiera ido mejor al PRI. José Antonio Meade es un hombre honesto, bien preparado, pero inexperto en el ámbito electoral. Con [José] Narro [Robles] y [Enrique] de la Madrid, sólo por decir dos, le hubiera ido mejor al partido. Ambos tienen el prestigio de ser dos hombre honestos, gente talentosa, pensante e inteligente… ¿qué más queríamos?

Sumado a la propuesta deFrancisco Labastida, otro ex candidato presidencial –pero ahora del extinto PANAL-, Gabriel Quadri, publicó en sus redes sociales una sugerencia que apunta, nuevamente, al priísta Enrique de la Madrid Cordero, actual secretario de Turismo.

Es Enrique de la Madrid Cordero, ¿la solución para la debacle priísta?


¹ Cfr. Otto Kirchheimer (1966). The Transformation of the Western European Party System.

Imagen: Commons

EP

 

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