El equipo de monitoreo de medios de El Politólogo se encontró con la entrevista del responsable de la Fiscalía Especializada para los Delitos de Violencia contra Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA), Juan Manuel Zavala Evangelista -la dependencia del Gobierno Federal encargada de investigar y perseguir los delitos federales relacionados con hechos de violencia contra las mujeres y los de trata de personas-, con el diario nacional La Jornada.
Un diálogo que dio a conocer, entre otras cosas, el estado que guarda la trata de personas en nuestro país. Un delito del cual, aunque parezca increíble, no se tienen cifras exactas.
Las rutas de la trata
La Procuraduría General de la República (PGR) identifica dos rutas de trata de personas de frontera a frontera. Colombianas, venezolanas, hondureñas, salvadoreñas y mexicanas son las víctimas principales de este delito (La Jornada de San Luis, 2018).
En la ruta del Pacífico, las víctimas son enganchadas en el sureste del país, las trasladan a Puebla y Tlaxcala, donde las mantienen en cautiverio. Luego son explotadas por un tiempo en Puebla o en Ciudad de México. Posteriormente son enviadas a Tijuana, donde las mantienen en casas de seguridad y su destino final es San Diego, California.
La segunda ruta es la del Golfo: las víctimas son enviadas a Reynosa, Tamaulipas, para luego cruzarlas a Estados Unidos. Los puntos específicos de explotación sexual son Florida, Washington y Nueva York.
Las formas de la trata
Sobre este punto, Zavala Evangelista reconoce que la estructura detrás de la trata de personas en nuestro país se suspende sobre un modelo de «pago de deuda«, donde las mujeres cumplen con el déficit que tenían con la organización criminal y se dedican a reclutar a otras mujeres.
Un fenómeno que se ve actualmente es que mujeres colombianas y venezolanas que fueron explotadas sexualmente en México pasan a ser agentes libres cuando terminan de pagar su deuda con las organizaciones criminales y se dedican a reclutar mujeres.
Los cárteles de la droga no están propiamente involucrados en la trata de personas, pero cobran derecho de paso a los tratantes para dejarlos llegar a la zona fronteriza.
El responsable de la FEVIMTRA reconoció que en este momento “no podemos hablar de cifras oficiales, en virtud de que se trata de un delito que tiene una cifra negra impresionante; no es posible hablar en México de un número de víctimas”.
Imagen: Marcha contra la trata de personas (Paseo de la Reforma)
EP