Este lunes regresaron a clases más de 25 millones de niñas y niños en escuelas públicas y privadas de educación básica. Para este nuevo ciclo escolar, las escuelas públicas experimentarán la entrada del Nuevo Modelo Educativo en su primera fase.
Uno de los aspectos sobresalientes es el nuevo currículo que se divide en tres grandes componentes: Formación Académica, Desarrollo Personal y Social y Autonomía Curricular. En el primero, participan alumnas y alumnos de los tres grados de preescolar, primero y segundo de primaria y primero de secundaria. Para el segundo y tercero, participan todos.
Formación Académica hace énfasis en tres temas: Lenguaje y Comunicación; Pensamiento Matemático y Exploración; y, comprensión del Mundo Natural y Social. Para Desarrollo Personal y Social, las artes, la educación socioemocional y la educación física adquieren relevancia para lograr una educación integral. En cuanto a Autonomía Curricular, la escuela se apropia de su autonomía de gestión y puede decidir los contenidos que considere necesarios para su población estudiantil.
Durante el mes de junio, se llevó a cabo el Octavo Taller Nacional de Supervisión Escolar en el estado de Guerrero; este taller contó con la presencia de más de 1000 supervisores de las 32 entidades federativas que fueron capacitados en los nuevos temas del modelo educativo. De esta forma, las y los supervisores capacitarían a sus directores y docentes para el inicio del Ciclo Escolar 2018-2019.
A partir del Taller Nacional, directivos y docentes contaron con dos semanas previas al inicio de clases: la Semana Nacional de Actualización, que consistió en la actualización de los contenidos y contaron con el apoyo y seguimiento de sus supervisores; y la semana de Consejo Técnico Escolar Fase Intensiva en la que cada escuela desarrolló su Ruta de Mejora Escolar que es la herramienta que les permite llevar a cabo una serie de pasos para su sistema de gestión.
Después de conocer lo anterior, surge la pregunta: ¿para los docentes fue suficiente una semana para actualizarse en los contenidos nuevos? La SEP estableció grandes expectativas en tan poco tiempo. Si bien, este proyecto comenzó a tomar forma a partir de 2016 con las consultas que se hicieron a especialistas y público en general, no se consideró el tiempo suficiente para la actualización y capacitación de cada uno de los docentes del país.
Es preocupante esperar que pocas capacitaciones en forma de cascada sean suficientes para que cada docente cuente y comprenda, en su totalidad, cada una de las nuevas herramientas.
No obstante, tampoco hay que perder de vista que ni siquiera existió un cambio trascendental en la formación de los futuros docentes en las Escuelas Normales. La justificación es que estas escuelas no forman parte de la Subsecretaría de Educación Básica, sino de la Subsecretaría de Educación Superior. Mi pregunta entonces es ¿la implementación de un Nuevo Modelo Educativo no tendría que haber establecido las relaciones con las áreas pertinentes para que todos caminaran hacia la misma dirección?
Me parece irresponsable no generar los acuerdos y relaciones con las dependencias que se encuentran dentro de la misma Secretaría de Educación Pública y esperar a que, directivos y docentes, logren transmitir todos los conocimientos a la población estudiantil, cuando la misma institución no contó con una base sólida, en tiempos, recursos humanos, entre otros, para un cambio en nuestro sistema educativo de este calibre.
Cambiar un modelo de sistema educativo no sólo depende de una o dos áreas de una Secretaría, sino del conjunto de trabajos de toda ella, de una forma articulada y concisa.
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