De acuerdo con las cifras del Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2018, un instrumento de medición elaborado por los especialistas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 84.2% de la población del Estado de Guerrero se siente insegura en su localidad.
Una cifra que la coloca como la séptima entidad federativa más insegura, por detrás de Morelos (86.4%), Tamaulipas (86.4%), Ciudad de México (88.3%), Veracruz (88.8%), Zacatecas (89.5%) y el Estado de México (91.8%).
En este contexto, circulan en redes sociales un par de videos en los que se aprecia la disputa entre grupos armados del Cartel de Jalisco «Nueva Generación» (CJNG) y la Familia Michoacana por el control de localidades ubicadas en la frontera de Guerrero con el Estado de Michoacán.
«Y no nos vamos a ir…»
La manifestación más reciente de estos enfrentamientos fue registrada en el municipio de Coyuca de Catalán, cerca de Ciudad Altamirano, donde el pasado 8 de septiembre 53 personas fueron privadas ilegalmente de su libertad. 30 de las cuales fueron asesinadas violentamente por estos grupos armados.
En uno de los metrajes se aprecia como miembros de estos grupos armados golpean (en repetidas ocasiones) a personas que se encuentran recostadas y vulnerables sobre el suelo.
Asimismo, otra de las grabaciones exhibe a personas quemando camionetas y lanzando consignas: «Y no nos vamos, hijos de su puta madre«.
«Al carajo con la delincuencia»
Esto ocurrió casi al mismo tiempo en el que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, decía en una de las comunidades del municipio de Soto la Marina, Tamaulipas, que «la cosa ha ido bajando», que «antes estaba peor».
Como bien dice Pascal Beltrán del Río, director editorial del Periódico Excélsior, mientras AMLO llama a los grupos delincuenciales a «que le bajen» y que «piensen en sus mamacitas» , estas agrupaciones ni madre tienen.
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EP