En el presente mandato presidencial ha cambiado todo lo relacionado con la comunicación oficial del gobierno federal como se conocía. La más clara muestra fue la desaparición de la oficina de Comunicación y la habilitación un salón en Palacio Nacional con el propósito de que la prensa nacional pueda hacerle preguntas directas al Presidente y/o a los Secretarios y Subsecretarios de cada dependencia en una transmisión en vivo.
Desde mi perspectiva, este ejercicio me ha parecido un tanto unidireccional para los medios de comunicación como para la población; los periódicos tienen exactamente la misma declaración parafraseada, y la población tiene la información que logró entender o capturar.
Aquí lo interesante a observar no es el contenido del mensaje, sino el medio por el cual esta siendo transmitido. Las famosas transmisiones en vivo vía redes sociales, mismas han logrado captar la atención diaria de miles de personas con acceso a internet, de todas las edades y todas las regiones para citarlos firmemente a las 7 de la mañana con el presidente y, en medio de la pandemia por COVID-19, también a las 7 de la noche vía radio, Facebook, Twitter y YouTube.
Esta emergencia sanitaria mundial ha dado paso a nuevos personajes en la política mexicana, pero en esa ocasión nos enfocaremos en uno, el doctor Hugo López Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quien se ha convertido en un instrumento oportuno que ha logrado reivindicar la aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), justo cuando las encuestas dejaban de favorecerlo.
¿Qué ha convertido a López Gatell en un nuevo medio?
Diría Marshal Mcluhan en “El Medio es el mensaje”, que los medios se convierten en una extensión del propio cuerpo, pero en este caso, un cuerpo humano se convirtió en la extensión de una institución; es decir, que el doctor López Gatell y no la propia transmisión en vivo, es el verdadero medio comunicativo del Gobierno Federal en medio de la crisis sanitaria moderna.
El recurso mejor aprovechado en esta ecuación es la aldea global, que se refiere a la escala de la interconexión humana que se expande gracias a las redes de comunicación que están al alcance de los medios electrónicos, hablamos de computadoras, tabletas, celulares, televisiones, radios, etc.
Si bien es cierto que el objetivo de la transmisión es llegar a otro tipo de público que ha dejado de lado a los medios tradicionales, también ha dejado expuesta otro tipo de desigualdad, la del acceso a la educación, y este es un factor que ha aumentado la admiración hacia este personaje.
Cuando el doctor López Gatell aparece en las primeras conferencias y explica conceptos científicos y de investigación para tratar de llegar a un pueblo con un rezago educativo del 16.7% de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se convierte en político ideal que tiene la paciencia para tratar de explicar estos conceptos a sus gobernados. El mensaje del Gobierno Federal en realidad es algo como: Me importa que sepan que la salud de mis gobernados me importa.
Recordemos que, en las primeras conferencias sobre el estatus del nuevo coronavirus, AMLO nombró como vocero oficial al doctor José Luis Alomía Zegarra, Director General de Epidemiología, sin embargo, el subsecretario Gatell mostró dotes comunicativos que tuvieron un mejor efecto receptivo tanto en la prensa como en la población aun al proporcionar exactamente los mismos datos que el doctor Alomía. ¿Cómo se demostró el efecto comunicativo? A través de la aparición de memes con el rostro del subsecretario en la aldea global.
¿Por qué son importantes?
Los memes deben ser considerados como un contenido multimedia que atrapa un reflejo cultural de la sociedad y su evolución de acuerdo con el concepto de Richard Dawkins, un científico y divulgador británico quien acuñó el nombre al término en 1976, éstos son extractos mínimos de información que pasan por una resignificación o reinterpretación.
La familiaridad con la que la población representa a Gatell en sus memes podría responder a la necesidad de tener una figura del héroe en medio de una crisis como es esta emergencia sanitaria y el confinamiento, aunque también puede responder a la aceptación de una imagen física pulcra, carismática, paciente, con una oratoria óptima y con un lenguaje que intenta ser de fácil recepción para todo el público.
A manera de ejemplo sobre la idealización del doctor, podemos enfocarnos en el análisis de las notas y reportajes que dejan vislumbrar un pasado cuestionable en la carrera de López Gatell, sin embargo, nada ha funcionado para quebrantar su imagen, pues tanto se ha romantizado o idealizado que incluso hay clubes de fanáticas en las redes sociales que le brindan un apoyo incondicional aún en los comentarios de la conferencia de prensa digital que preside diariamente.
Las propias periodistas han traspasado la línea editorial en el recinto de la conferencia al darle la bienvenida con una coloquial pregunta “¿Por qué tan guapo, Doctor Gatell?”, a lo que el Subsecretario contestó con un humilde gracias en medio de un inevitable sonrojo que lo descolocó de su respetable imagen como subsecretario saliendo ileso. No así la prensa de la fuente de salud mexicana.
En conclusión, la fórmula del vocero ideal tiene un gran impacto cuando éste se convierte en el mensaje, es decir, la importancia del mensaje no siempre recae en el contenido, sino en el medio y el efecto que se busca provocar en los espectadores.
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