Irreales, las expectativas de la Ley de Ingresos: Urzúa

El 8 de septiembre de 2020, el Ejecutivo Federal, por conducto del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, entregó al Congreso de la Unión:

  1. Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación
  2. Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación

Esta última, una ley que debe ser aprobada por la Cámara de Diputados a más tardar el 20 de octubre y por la Cámara de Senadores el 31 de ese mismo mes.

¿Qué es la Ley de Ingresos?

De acuerdo con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), la Ley de Ingresos es una propuesta del Poder Ejecutivo que aprueba el Poder Legislativo para captar los recursos financieros que cubrirán los gastos de la federación durante un ejercicio fiscal.

Estos ingresos se obtienen a través de impuestos, derechos, productos, aprovechamientos, emisión de bonos, préstamos, participaciones, aportaciones, transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas.

Se compone por:

En este sentido, la LFPRH señala que la Ley de Ingresos se compone, cuando menos, por 6 elementos claves:

  • Líneas generales de política económica;
  • Objetivos anuales, estrategias y metas;
  • Proyecciones de las finanzas públicas;
  • Resultados de las finanzas públicas;
  • Meta anual de los requerimientos financieros; y,
  • Límite máximo del gasto corriente estructural.

Las proyecciones

Si se hace una revisión del texto íntegro de la Ley de Ingresos, disponible en el siguiente enlace, es posible identificar que el Gobierno de México deposita su confianza en la producción de petroleo y estima un crecimiento de 4.6 del Producto Interno Bruto (PIB) para el siguiente año.

Sobre esto último, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, ha defendido este crecimiento del PIB con el siguiente razonamiento, obtenido de una nota de EL ECONOMISTA:

[…] nuestro estimado puntual de 4.6% está en línea con lo que sería un modelo de un cierre abrupto de confinamiento, con caídas muy pronunciadas en mayo y junio y con una reapertura de una economía donde los factores de producción están listos para volver a ser utilizados.

Gabriel Yorio (15/SEP/20)

Las declaraciones del funcionario de gobierno y los rangos establecidos en la Ley de Ingresos contrastan con otras proyecciones presentadas por diversas organizaciones internacionales: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), el Banco Mundial y, desde luego, las calificadoras.

Precios de 2018 hasta 2025

De acuerdo con Citi Banamex, el PIB de México volvería a los niveles de 2018, en el inicio de la 4T, hasta el 2025. Incluso, ya terminada la administración de Andrés Manuel López Obrador como presidente de nuestro país.

Creemos que la caída sistemática de la inversión está dañando fundamentalmente el potencial de crecimiento del país. Ahora estimamos que el crecimiento promedio del PIB en 2022-2024 será de 2.0%.

Citi Banamex (07/JUL/20)

Esto implica que el PIB de México solo volverá a su nivel de diciembre de 2018 en 2025, en lo que se traduce en un sexenio perdido en términos de crecimiento. Esto también significa que el crecimiento del PIB durante la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ascendería a -0.22% por año.

Citi Banamex (07/JUL/20)

Irreales, las expectativas de la Ley de Ingresos

En este contexto, el Dr. Carlos Urzúa, ex secretario de Hacienda, publicó una columna en EL UNIVERSAL que retomó estas proyecciones y las trasladó al Presupuesto de Egresos de la Federación 2021.

Los contenidos de esas iniciativas gubernamentales son, sobra decirlo, tan poco realistas que uno pensaría que en las próximas semanas los legisladores habrán de sudar la gota gorda para cumplir con esas fechas. Pero, por supuesto, eso no será así. El partido en el poder controla el Congreso y quienes tengan que levantar la mano para aprobar el paquete económico lo harán.

Carlos Urzúa (17/09/20)

La discusión anterior parecería un tanto ociosa si no fuese por el hecho de que esos dos porcentajes, -8% y 4.6%, constituyen dos de las tres claves fundamentales que están atrás de la iniciativa de la Ley de Ingresos para el año que entra. Los ingresos por la extracción del petróleo, que el gobierno federal espera obtener el siguiente año, constituyen la última clave.

Carlos Urzúa (17/09/20)

Con todo esto, es claro que existe un sesgo ideológico muy claro que dejó de lado el carácter objetivo y cuantificable que debe guiar la política de recaudación rumbo a la próximo ejercicio fiscal.

Imagen principal: Commons

EP

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