La creación de gobiernos digitales reduce la carga de las instituciones en sus diversas dependencias, agiliza trámites burocráticos y fortalece la relación con los ciudadanos.
Con la llegada de la pandemia, las reglas del juego cambiaron por completo, acelerándose la necesidad de aplicar soluciones digitales para que los ciudadanos puedan realizar sus pagos de servicios o realizar trámites gubernamentales sin salir de casa. Sin duda, el avance tecnológico sirvió para lograr que esto fuera posible. Si la crisis sanitaria que actualmente vivimos hubiera sucedido hace 10 años, no habríamos podido sobrellevarla de la misma manera como lo hemos hecho gracias a todas las herramientas digitales con las que contamos.
La inclusión de una mayor digitalización en nuestras vidas, ha impulsado el que por ejemplo, gracias al uso de sensores para la medición y evaluación de servicios como la luz y el agua, y a diversas aplicaciones no sólo podamos realizar el pago de estos, sino ver nuestro consumo en tiempo real, lo cual ayuda a un cobro mucho más certero. Optimizar estos procesos permite brindar mejores servicios, ayudando a los usuarios a ahorrar dinero y a comunicarse mejor con los prestadores de servicios.
Además, la aplicación de mecanismos digitales obliga a corregir todas las deficiencias regulatorias que tienen los gobiernos. Por ejemplo, al tener regulaciones ambientales o urbanas que resulten contradictorias a la hora de codificarlas en un software, implica el que no son funcionales y que existe la necesidad de modificarlas para que sí lo sean. Al no poder codificar estos procesos de manera digital, es indispensable corregir las medidas para garantizar su continuidad por periodos largos de tiempo.
Las medidas de gobierno digital no sólo son aplicables en la medición de los servicios, también implican el poder transparentar ciertos procesos al subirlos a plataformas digitales, ayudando a combatir la corrupción dentro de las instituciones. Antes de la pandemia, el realizar trámites de manera presencial daba mucho poder a una persona detrás de un escritorio, ahora al tener todo en una plataforma virtual, elimina espacios que solían ser una ventana de oportunidad para la corrupción. Y es que no puedes corromper una computadora, de ahí la importancia del gobierno digital.
La transparencia por medio de la digitalización también da mayor acceso a la información, dando el poder a los habitantes de conocer más sobre las decisiones de su gobierno y poder participar activamente. El uso de redes sociales para la transmisión de ciertas reuniones entre autoridades y la comunicación a través de éstas posibilita una constante retroalimentación para poder ajustar estrategias gubernamentales; además de facilitar que los ciudadanos se organicen mucho más fácilmente entre ellos, permitiendo al gobierno dar más autonomía para que esas mismas comunidades resuelvan sus propios problemas o conozcan de mejor manera cómo solicitar presupuestos que realmente resuelvan los conflictos de sus localidades.
Las medidas de gobierno digital se traducen en un ganar-ganar para gobierno y ciudadanos, creando una relación mucho más estrecha que genera confianza entre ellos y que permite a los gobiernos garantizar su permanencia en puestos de poder. De estas medidas estaremos conversando en el Smart Cities Summit 2021, que organiza la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad el próximo 27 y 28 de octubre, donde nos acompañarán ponentes de México, Guatemala, Costa Rica y Estonia, además de representantes de gobierno, universidades y organizaciones civiles.
Puedes conocer más entrando a http://redciudadesinteligentes.net/.
Este texto fue elaborado por: Elisabeth Maigler Kluesserath

Directora de Proyectos para Centroamérica de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad.
Imagen principal: Commons
EP